Pero ya en la marcha, con mi hija en brazos, dando lo mejor que yo creía de mí como persona, sufriendo dolores post-parto y aprendiendo a amamantar –aunque eso es tan instintivo–, me di cuenta que realmente los mil cuestionamientos se resumen en una sola respuesta, amor.
Sólo quiero compartir un poco de lo que para mí es importante, lo que he encontrado útil en la educación de mi hija que pronto cumplirá los dos años. Desde pañales, hasta juguetes, pasando por pasiones personales como el diseño y la ilustración infantil, ojalá disfruten este nido.